martes, 23 de junio de 2015

LA VIDA.




Envuelto en la vida,
caminamos sin rumbo.
Como autómatas
labramos un futuro.

Tierra sin alma,
tuerces la balanza.
Pasando las semanas, los meses y los años,
obligación, necesidad y desengaño.

No engañes al tiempo,
todo movimiento es necesario.

Pierdes la mirada de la montaña,
aceptando con tristeza,
lo lejos que quedó
la ilusión, la alegría y la destreza.

Absorbido por la costumbres,
te dejas arrastrar y te acomodas.
Creando una patria
de apatía, resignación y banderolas.

Veo la luz de tu cara
y se desvelan mis miedos.
Sonrío al ver tus ojos verdes,
reflejando mi sendero.

Descansa mi vientre
al rozar tu cuerpo.
Serenidad y calma,
al acariciar tu pelo.

Desnudos nuestros labios húmedos,
se entrelazan.
Buscando el último soplo,
nos perdemos en la mirada.

Siento como al reencontrarte,
me encontré.

Al conocerte,
me comprendí.

Y al amarte.
Respiré.











COMPARTIR.





Conocimientos, invade mi corazón.
Temores, cobija mi mente.
Ilusión, esperanza y alegría,
proyecto en mi presente.

Compartir mi vida quiero,
con la persona que amo.
A los temores me enfrento,
de paciencia me armo.


El tiempo, me proporciona
la experiencia que necesito.
Rodeado de obstáculos y maleza,
el recuerdo de tu imagen cobijo.

Solo desde el amor y la entrega,
desaparece el sufrimiento,
y sus súbditos:
el egoísmo, la arrogancia y la falta de conocimiento.

Esclavos que liberas, al pensar y actuar,
analizando el miedo,
rompiendo las cadenas que te dejan
sin aliento.

Con tanta información,
olvidamos nuestro sendero.
Rodéate de amor y deja que cada cual,
encuentre su venero.

No existe la verdad ni el tiempo,
oxigena a quien vive del lamento.
Aún le queda un largo camino,
lleno de agonía y sufrimiento.



TIEMPO.




¿ Que valor tiene el tiempo ?
si tus palabras las traicionas.

Cuando solo tienes ojos para ver tu belleza,
y corazón para juzgar mi torpeza.

Poca luz penetra en tu alma
cuando no eres consciente de tus palabras.

Exigiendo las migajas
y encarcelando mi mirada.

Abre tu corazón y abraza,
no juzgues.

Sonríe al sol y a la luna,
déjate enamorar por el ruiseñor,
una flor, una charla.

Gracias, es lo único que puedo dar,
por vivir esta vida.
Aprender, comprender y soñar.

Soñar un mundo en el que impere 
el respeto, el amor
y en el que puedas confiar.