Si cierras tu mente con juicios y traficas con deseos, tu corazón se turbará.
Si libras tu mente de juicios y no te dejas de arrastrar por los sentidos, tu corazón hallará la paz.
Efectivamente, filtramos cada pensamiento que llega a nosotros, algunos de estos pensamientos podrían ser ideas brillantes que cambiaría posiblemente tu vida y la de muchas personas, pero los desechamos. Al juzgar cada pensamiento cada sentimiento, coartamos la necesidad de crecer que todos tenemos, nuestros sentimientos son los que nos dirigen hacia nuestra propia felicidad, ellos no conocen las limitaciones de esta sociedad, ellos hablan desde lo más profundo de nuestro ser y cuando no lo escuchamos o miramos hacia otro lado por temor al juicio de los demás o al nuestro propio, nuestra alma sufre y en la mayoría de los casos con el tiempo, cuando ya no podemos seguir alimentando la codicia del ego con millones de cosas que hacer para no escuchar esa voz, nuestro cuerpo enferma y tu corazón se turbará.
El miedo, siempre actúa desde la limitación, coartando, censurando y controlando. Todos constantemente estamos creando una sociedad donde priva el ego, donde todos debemos de pensar, sentir y actuar de una forma concreta, eso respalda que vamos en buen camino y es precisamente eso lo que nos priva del genio que todos llevamos dentro, y que solo crecerá si no te aferras a nada ni a nadie, agradece y disfruta lo que posees en este momento, nada ni nadie nos pertenece, no te limites con lo que te proporciona los sentidos, proyecta tus pensamientos a nuevas ideas nuevos proyectos; rodeate de las personas que hagan florecer en ti el optimismo.
Cuanto más nos desapegamos de lo que amamos, más presente es nuestro amor.
¿ En que consiste el desapego ? en respirar sin necesitar el aire de otra persona, crecer sin seguir los pasos de nadie, ser feliz sin condicionar tus pensamientos y sentimientos, sonreír a la vida, tener sueños y cumplirlos, quererte y sentir el amor en todo lo que te rodea. No simplifiques el amor a una relación o al sexo, ya que limita la capacidad que todos tenemos y las posibilidades de ambos. Creo que este es el motivo de que en tantas parejas uno más uno, ni si quiera llegue a ser dos, cuando en realidad uno más uno desde el amor incondicional y el desapego tendría que ser mil veces dos.
El deseo pertenece a la posesión, nuestro ego constantemente está distrayendo nuestra atención hacia cosas o personas, alimentando la ambición, el ego no quiere que nos detengamos en el ahora, que agradezcamos lo que tenemos, que nos valoremos, que disfrutemos de la naturaleza, de las personas, de las amistades, de la risa, sin juicios, agradeciendo lo que cada cual nos aporta, viviendo el ahora paralelamente a tu interior, pero dejándose sorprender por lo que nos rodea, como la mirada de un bebe, que no juzga.