domingo, 26 de julio de 2015

AGUA DE MAR. BENEFICIOS .

El por qué de los laboratorios medicinales que no quieren que tomemos agua de mar
Estamos acostumbrados a pensar que el agua de mar no se puede tomar. Es que así nos lo han hecho creer y, aunque naturalmente no se nos da por tomarla, sencillamente porque nos sabe demasiado salada, lo cierto es que, en primer lugar es una falacia (cuando no una vil mentira) y, en segundo lugar, el agua de mar es tan rica en nutrientes y minerales que si la consumiéramos habitualmente gozaríamos de “demasiada” salud y podríamos prescindir en gran medida de los médicos y –he aquí el problema mayor– de los laboratorios.






El por qué de los laboratorios medicinales que no quieren que tomemos agua de mar

Laboratorios que, por cierto, son los principales interesados en que la población no conozca los beneficios que se derivan del consumo de agua de mar y, por el contrario, que sigamos creyendo que el agua de mar no es apta para el consumo humano.
Vamos a explicar un poco de qué estamos hablando.
Antes de hablar del agua de mar, sus propiedades y beneficios, tal vez convenga detenernos brevemente en la sal que más suponemos conocer, la que usamos cotidianamente en nuestra cocina y en nuestras mesas familiares. ¿Qué dicen de ésta los promotores de la alimentación y la salud “alternativas”? Sal de mesa “refinada” para asegurar que nos enfermemos Ellos dicen que, a diferencia de la sal marina pura, que contiene 84 elementos de gran valor para la salud humana, durante el proceso de “fabricación” de la sal fina (o de mesa), ésta es “lavada”, proceso durante el cual pierde algas microscópicas que fijan el yodo natural en el organismo, y que éste es importante para la prevención del bocio. También se elimina azufre, magnesio, calcio y otros elementos esenciales, con el propósito declarado de “blanquear” el producto y hacerlo más vistoso para los consumidores.
Pero ahí no termina el proceso de industrialización. Una vez “blanqueada”, la sal fina es “enriquecida” con aditivos químicos que evitan la formación de cálculos, pero estos químicos no son naturales y resultan perjudiciales para la salud. Y aunque la sal fina es más agradable a la vista, cuando la probamos en grandes cantidades resulta desagradable al paladar, mientras que una piedra de sal marina puede llegar a ser muy agradable.
La sal sin refinar provee al cuerpo numerosos minerales esenciales, en cambio la refinada, además de haber sido despojada de casi todos ellos (salvo dos), contiene aditivos dañinos y silicato de aluminio, uno de los principales causantes de la enfermedad de Alzheimer.
Ahora vamos un poco a los hechos: los promotores del consumo de agua de mar explican –y suena muy razonable– que el mar es como un delicioso y saludable “caldo”, producto de la disolución en sus aguas, durante millones y millones de años, de toda la riqueza vital de la tierra, arrastrada por ríos provenientes de montañas, llanuras, pantanos, rocas y cascadas, más el constante flujo y reflujo de las mareas carcomiendo las playas y acantilados de los miles de kilómetros de costas continentales e isleñas en toda la superficie del planeta, para no contar el propio lecho marino. Sobreviviendo con la “sopa” oceánica
De hecho, “náufragos voluntarios” dispuestos a demostrar la falacia del supuesto de que el agua de mar no se puede tomar (si eres náufrago puedes morirte de sed y de hambre flotando sobre la más deliciosa sopa que pueda existir jamás), sobrevivieron días enteros bebiendo esa agua y alimentándose de ella. Claro: hay que saber cómo hacerlo, cosa que explicaremos inmediatamente.





El agua de mar tiene una concentración de 36 gramos de sal por litro, mientras que nuestro organismo tiene 9 gramos por litro. Si tomáramos el agua marina así sin más, la concentración de sal en nuestro cuerpo subiría tanto que los tejidos deberían liberar agua para que la concentración de sales volviera a 9 gramos por litro. Eso conduciría a diarreas y a la deshidratación. La solución puesta en práctica durante el experimento fue tomar una cucharada de agua de mar cada veinte minutos, bebiéndola muy lentamente para dejar que la saliva redujera la salinidad del agua ingerida.
Otra manera de tomar el agua de mar, si no somos náufragos y tenemos acceso a esa agua en nuestra vida cotidiana –según explican los expertos– es hacerlo “de forma isotónica”: rebajando el agua de mar con agua dulce, o añadiendo agua de mar al agua dulce. Considerando que la cantidad de sales recomendada es de unos 9 gramos al día, y sabiendo que la salinidad del agua de mar es de 36 gramos por litro, la cantidad de agua de mar recomendada es de un cuarto de litro por día.
Además de las sugerencias previas, los expertos recomiendan verificar que no seamos intolerantes al agua de mar, lo que podemos hacer comenzando por pequeñas cantidades hasta asegurarnos de que nos sienta bien. Algunas personas, además, son más propensas que otras a sufrir diarreas al beber agua de mar, lo que resulta una razón adicional para ir incrementando las cantidades de a poco. Una sugerencia general es mezclar el agua de mar con zumos, o con agua normal mezclada con unas gotas de limón. Esto ayuda a habituarnos a beber esta agua sin aborrecerla en las primeras etapas. Por cierto, también tenemos que asegurarnos de no sufrir alguna enfermedad en la que la ingesta de sal sea contraproducente (aunque la hipertensión es un capítulo aparte, según veremos unas líneas más abajo). Cocinar con agua de mar
El agua de mar resulta muy apropiada para cocinar. Como ya hemos explicado, debido a los intereses industriales la sal comercial (la sal fina o “de mesa”) es una sal “muerta”, en la que solo se ha preservado el cloruro de sodio y, en el mejor de los casos, yodo, además de los aditivos químicos perjudiciales para la salud. Contrariamente, el agua de mar contiene muchos elementos muy beneficiosos, por lo que proporciona un gran enriquecimiento a nuestra dieta.
Para darle una vuelta más a la cuestión, la sal refinada resulta perjudicial para la salud por su alto contenido de sodio, que favorece la hipertensión y la retención de líquidos. Eso no sucede con la sal marina, al punto que los hipertensos pueden consumirla con moderación y con supervisión médica, ya que su contenido de sodio es mucho menor. Una paulatina incorporación a la dieta de recetas que incorporen sal marina produce una lenta modificación de los hábitos alimenticios, con una mejora en la salud como resultado general y a largo plazo.
Si tenemos en cuenta que las enfermedades se desarrollan en entornos ácidos, es fácil entender que el consumo de agua de mar, alcalina por derecho propio, es un alcalinizador de nuestro organismo, lo que previene todo tipo de enfermedades y nos mantiene alejados de los médicos y de las farmacias, por lo que el consumo masivo de agua de mar acarrearía irremediablemente la bancarrota de los grandes laboratorios.
Como alcalinizador, el agua de mar aporta, entre otros, todos estos beneficios: es regulador del medio interno, nutriente celular, reconstituyente, dentífrico y colutorio (enjuagatorio medicinal), laxante, purgante, desinfectante y cicatrizante para infecciones de boca, estomacal y neutralizador de acidez de estómago. Como si todo eso fuera poco, tomada antes de comer calma el apetito, lo que la hace muy apropiada para bajar de peso.
La sal común y sus enfermedades asociadas:
  • Hipertensión arterial
  • Edemas
  • Eclampsia o pre-eclampsia
  • Arteriosclerosis cerebral
  • Arteriosclerosis
  • Cálculos renales
  • Cálculos vesicales Cálculos biliares
  • Hipoplasia de la tiroides
  • Nódulos en la tiroides
  • Disfunción de la paratiroides

  • Entre las funciones más importantes de la sal marina, se destacan:
  • Regula la presión arterial, junto con el agua.
  • Extrae el exceso de acidez de las células del cuerpo, en especial las del cerebro.
  • Equilibra los niveles de azúcar en la sangre, importante para los diabéticos.
  • Es esencial para generar energía en las células del cuerpo.
  • Es importante en la absorción de nutrientes a través del tracto intestinal.
  • Limpia los pulmones de mucosidad, importante para asmáticos y enfermos de fibrosis quística.
  • Limpia el catarro y la congestión de los senos paranasales. Antihistamínico natural.
  • Previene los calambres musculares.
  • Previene la excesiva producción de saliva. La saliva que fluye mientras se duerme es señal de deficiencia de sal.
  • Aporta dureza a los huesos. La deficiencia de sal, o comer sal refinada, es una de las principales causas de la osteoporosis.
  • Regula el sueño, actuando como un hipnótico natural.
  • Previene la gota y la artritis gotosa.
  • Es vital para mantener la libido y la sexualidad.
  • Previene las varices y las venas de araña en piernas y muslos.

jueves, 23 de julio de 2015

FUENTE DEL ACEBUCHE. 70 Aniversario.




Fuente del acebuche
Centenarios pinos te aguardan
Tu agua limpia y fresca
cobijo de renacuajo y salamandra.

Dos senos posees
y una pila en donde
antaño, su uso era necesario.

Coloridas y chispeantes
en primavera
cientos de mariposas revolotean.

Alegrando el espíritu al visitante,
que atraídos por tus aguas
un precioso camino le espera.

70 años de entrega
cuantas penas,alegrías, desamores y amores,
tus rocas encierran.



Energía envolvente que te abraza,
sonido del viento rozando entre tus ramas,
meciendo tus hojas
ensanchando mi alma.

Numerosas aves,
se acercan a tus aguas,
manantial de la tierra,
que a la superficie emana.

A pocos pasos
una alberca de aguas mansas
amamantas.



Reposo de reptiles,
sustento del gateador, curruca y águila culebrera,
jabalíes, cabra montes y comadreja.


Escoltada por la belleza
de tus pinos, algarrobos y abetos.
diente de león y ombligo de venus.

A tu lado, se dibuja un sendero
que lleva a la casa del guardamontes.
Detrás, Nariz del Buey y Cara de los Tajos.
Coronando la montaña la Bola,
y un precioso avistamiento de toda la costa.

Oasis de vida
calma y sosiego,
terapia para el alma
consuelo para el ciego.

Felicidades, gracias por siempre.
Bella amada.


(1945-2015)











jueves, 25 de junio de 2015

VUELA





Ando despacio y observo,
me dejo de llevar, por lo que nos rodea.
Aprendo a mirar la vida con otra perspectiva,
formamos parte de algo grande que nos conecta.

Cada ser vivo posee una energía interna,
que amplifica nuestros sentidos,
dándole alas a nuestra ceguera.

Recreo la mirada
en como la luz del sol y el aire,
balancean y juguetean
con las hojas de una palmera.

Sombra que dibuja en el suelo
matices claro-oscuro que limita
toda su belleza.

Así nos encontramos en este mundo,
presa de las dudas y las emociones,
exentos de abrir nuestros corazones
y formar parte de una gran orquesta.

Dejándome llevar por su belleza,
escucho el sonido de las aves y el viento,
vuela mi alma
mucho más lejos.

A selvas,
glaciares y desiertos
impresionantes cascadas,
lugares recónditos y abiertos.

Conocimiento que existe,
y que todos tenemos acceso,
ralentiza tu mente, ensancha tu pecho,
relaja tu vientre y despréndete de tu cuerpo.

Todo es posible al conectar con tus sentimientos,
maestro sabio relegado de su puesto,
que exige un espacio
más allá de los miedos.

Abre tu alma y escucha,
no temas a la noche, no temas al silencio,
compañeros inseparables,
que buscas, cuando todo te parece superfluo.

Nos hemos dejado limitar
por la materia y los sentidos,
suprimiendo el amor que unifica,
 y da forma a todo lo vivido.

Permanece optimista y en tu centro,
abierto y receptivo.
a la belleza que encierra la Madre Tierra,
y a nuestros seres queridos.




martes, 23 de junio de 2015

LA VIDA.




Envuelto en la vida,
caminamos sin rumbo.
Como autómatas
labramos un futuro.

Tierra sin alma,
tuerces la balanza.
Pasando las semanas, los meses y los años,
obligación, necesidad y desengaño.

No engañes al tiempo,
todo movimiento es necesario.

Pierdes la mirada de la montaña,
aceptando con tristeza,
lo lejos que quedó
la ilusión, la alegría y la destreza.

Absorbido por la costumbres,
te dejas arrastrar y te acomodas.
Creando una patria
de apatía, resignación y banderolas.

Veo la luz de tu cara
y se desvelan mis miedos.
Sonrío al ver tus ojos verdes,
reflejando mi sendero.

Descansa mi vientre
al rozar tu cuerpo.
Serenidad y calma,
al acariciar tu pelo.

Desnudos nuestros labios húmedos,
se entrelazan.
Buscando el último soplo,
nos perdemos en la mirada.

Siento como al reencontrarte,
me encontré.

Al conocerte,
me comprendí.

Y al amarte.
Respiré.











COMPARTIR.





Conocimientos, invade mi corazón.
Temores, cobija mi mente.
Ilusión, esperanza y alegría,
proyecto en mi presente.

Compartir mi vida quiero,
con la persona que amo.
A los temores me enfrento,
de paciencia me armo.


El tiempo, me proporciona
la experiencia que necesito.
Rodeado de obstáculos y maleza,
el recuerdo de tu imagen cobijo.

Solo desde el amor y la entrega,
desaparece el sufrimiento,
y sus súbditos:
el egoísmo, la arrogancia y la falta de conocimiento.

Esclavos que liberas, al pensar y actuar,
analizando el miedo,
rompiendo las cadenas que te dejan
sin aliento.

Con tanta información,
olvidamos nuestro sendero.
Rodéate de amor y deja que cada cual,
encuentre su venero.

No existe la verdad ni el tiempo,
oxigena a quien vive del lamento.
Aún le queda un largo camino,
lleno de agonía y sufrimiento.



TIEMPO.




¿ Que valor tiene el tiempo ?
si tus palabras las traicionas.

Cuando solo tienes ojos para ver tu belleza,
y corazón para juzgar mi torpeza.

Poca luz penetra en tu alma
cuando no eres consciente de tus palabras.

Exigiendo las migajas
y encarcelando mi mirada.

Abre tu corazón y abraza,
no juzgues.

Sonríe al sol y a la luna,
déjate enamorar por el ruiseñor,
una flor, una charla.

Gracias, es lo único que puedo dar,
por vivir esta vida.
Aprender, comprender y soñar.

Soñar un mundo en el que impere 
el respeto, el amor
y en el que puedas confiar.

sábado, 20 de junio de 2015

UN SENTIMIENTO.






En la falda de la sierra,
recibo la bienvenida,
olor a tomillo y hierba,
y un beso de despedida.

Siento la energía al tocar tu cuerpo,
áspero y leñoso,
bondadoso y sincero.

Clavado en la tierra,
abres tus brazos al cielo,
recibiendo con paciencia,
las clemencias del tiempo.

Que ejemplo de amor desinteresado, 
montaña verde,
que alfombras el suelo.

Recina, sangra tus heridas,
olor intenso,
tacto pegajoso,
reposo de aves,
fruto delicioso.

Al refugiarme en tu sombra,
me calma el aire fresco,
ando descalzo,
relajando a cada paso mi cuerpo.

Es tanto el amor que te tengo,
que al fundir mi mente en  tus raíces,
me elevo entre tus ramas,
empujado por el viento.

Volando como el águila, 
superando mis miedos,
valorando cada instante,
abrazo cada momento.

Rompiendo creencias,
y luchas innecesarias,
las diferencias nos ayudan,
a comprender y valorar la tolerancia.


Abrazándonos todos en la distancia.